"El último aliento de Lucía"
Lucía, llegaste una tarde a mi vida
llenando mi alma de alegría
me diste la dulzura de un cariño bueno.
Dejaste tu perfume suave y delicado
Lucía, muy dentro de mí.
Quisiste mi pequeña e inocente florecita,
llenarme de ternura, oh mi Lucía, ese es tu nombre
el que yo quería formado con colores de mi cielo
incandescentes como, como tú, mi vida
Un día, mi pequeña muñequita, mi Lucía
en su corazón ya no había vida,
y decía: "No quiero, no quiero así marcharme"
y en un dolor profundo me llamaste.
Lucía, este es tú día. Sí, tú despedida
y con acordes de guitarra te dormiste.
Mirabas tú último día muy sonriente,
y te me fuiste, mi Lucía, al firmamento.
Ahora ya en el cielo, mi pequeña, eres bella,
te convertiste en una linda estrella.
Yo sé que duermes, y no regresas porque
quedaste atrapada en tu sonrisa.
De nuevo la guitarra, te hace acordes
te acompaña con la bella melodía
de una manos que crearon esa música,
solo para ti Lucía en el último aliento de tu vida.
¿Lucía por qué no regresas si yo te espero?
Hay un vacío en mi pobre vida,
que sólo llena con la música que cantas en el cielo.
Es la misma melodía, mi Lucía, que te atrapó aquel día muy sonriente.
Un día estaremos danzando allá en firmamento,
y cantaremos juntas aquellas bellas notas, de la
guitarra que te despedía en el último aliento de tu vida,
te amo, mi pequeño pedacito, fruto de un acorde de amor y melodías.
Eres hoy, un ángel de música y poesía,
belleza pura que trasciende del dolor a la dulzura.
Que te dormiste y ya no regresaste y
acá solo dejaste perlas de lágrimas y preguntas del ayer.
De nuevo la guitarra, vibra sus cuerdas y aquellas manos
danzan con la bella melodía, que fueron hechas para tí,
sólo para tí, mi pequeña Lucía.
~Kharina Montero